Nació al Sur de Turquía por el año 280. Su nombre real era Nicolás, era hijo único, proveniente de una familia muy rica, lamentablemente, sus papás murieron cuando él era aún muy joven, y decidió meterse al monasterio a los 17 años, y a los 19, ya era sacerdote.
Él heredó una gran fortuna de sus padres, pero este dinero lo utilizó únicamente para ayudar a las demás personas.
Una ocasión muy especial, fue cuando un padre, que tenía 3 hijas solteras, no tenía dinero para casarlas aunque ya estuvieran en edad (y en aquel entonces, eso era muy grave) por lo que San Nicolás, a escondidas, les regaló una bolsa llena de oro a cada una de ellas. Esto lo hizo a escondidas, entrando por la ventana y les dejó la bolsa llena de oro dentro de los calcetines que estaban secándose colgados alrededor de la chimenea. De ahí empezó la tradición de dejar la bota o el calcetín para recibir los regalos de Santa Claus.
A finales del siglo XIX se descubrió que él viviría por siempre en el Polo Norte, y poco después conocimos a sus mágicos renos y su hermoso trineo volador, en el cual, llevaría regalos a todos los niños que fueran buenos durante el año, y a los que no, les llevaría simplemente un pedazo de carbón.
Sin embargo, fue hasta 1963 cuando reconocieron la fisonomía de Santa Claus como un gordo barbón, bonachón, como lo conocemos ahora. Respecto a su vestimenta, se ha creado un mito de que es por los colores de la Coca-Cola, sin embargo su vestimenta es roja y blanca debido a que esos eran los colores que usaban los obispos en la antigüedad.
Desde entonces, cada 25 de diciembre en la madrugada, Santa Claus (San Nicolás, Papá Noel, etc) viaja por todo el mundo y entra a todas las casas donde habitan niños, dejándoles un regalo -claro, si es que se han portado bien-. Casi siempre entra por la chimenea, o por la ventana (si es que no tienen chimenea) y saca estos regalos de su mágico saco rojo.
Santa Claus, desde que lo llamaban San Nicolás, se ganó el amor y cariño de todo el mundo, tanto niños como adultos, y esto es porque siempre ha dado todo, por ver felices a los demás.
Esta es la historia de Santa Claus. Por cierto, tú ¿qué le vas a pedir este año?