sábado, 10 de septiembre de 2011

Acerca de la paz


 

Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros”.
Confucio

La paz es una actitud y un estilo de vida. Se trata de vivir sin violencia en el hogar, la oficina o escuela y en la calle. Pero más allá de ello, de tener paz interna.

Si analizas la forma en que te refieres a ti mismo, puede que encuentres que a veces quien es muy exigente con tu persona, eres tú. Así es, exigirte demasiado, y peor aún, recriminarte constantemente, puede llevarte a un estado de agresividad con tu propio ser.

Simplemente examina ¿cómo hablas de ti? ¿Destacas tus cualidades o tus defectos? Una buena autoestima se logra con palabras de aliento. Te tienes que decir internamente: ¡qué rica me quedó la comida!, ¡qué padre me salió mi dibujo!, ¡qué bien juego básquet!, etc. Una vez que aceptas tus cualidades y te enfocas en mejorar tus defectos, creas un estado de paz interna.

Luego viene la convivencia con el otro, y es entonces donde lo anterior genera un ambiente agradable donde pueden surgir experiencias únicas. Cuando exista un desacuerdo, no discutas, dialoga. Negocia por medio de la conversación. Escucha, es decir, pon atención a lo que te están diciendo y no intentes imponer tu voluntad sin antes entender las razones del otro, así puede que se llegue a un acuerdo en donde ambas partes salgan ganando. Los gritos son violencia, así que hay que evitarlos al máximo y en todos lados.

La paz no significa aburrimiento ni cursilería, significa un estado emocional en el que el ser humano se brinda bondad a sí mismo y entonces se genera una cadena de bondad con los otros. Si queremos una sociedad sin violencia, debemos aprender a tener paz individual, a ser cariñosos con nuestros familiares y amistades, a respetar a nuestros compañeros de escuela o trabajo y a la gente que nos topamos en la calle.

Y tú ¿qué propones para fomentar la paz?

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