Seguramente sabes lo feo que se siente que te “den alas”. Y no es que se sienta feo en el momento, ya que se te crea una ilusión y esperanza que no se siente del todo mal, sin embargo, todo se echa a perder cuando te das cuenta que todo fue una mentira. Y ahí radica el problema, en que “dar alas” es mentir, y por eso hay que evitarlo.
El hecho de que le crees ilusión a alguien con quien sabes no puedes tener más que una amistad (o a veces ni eso), te generará un estrés que se equipara al de cualquier mentira. Y recordemos, una mentira lleva a otras. Por eso, cuando quieres mantener a una persona cerca de ti, con intenciones menos serias que las que esa persona pretende, tienes que hacer uso de muchos recursos que sólo te complican la vida, como el inventar cosas, el ocultar cosas o el tener que soportar salir con alguien, aunque tú, en el fondo, no lo quieras.
Por eso es mejor ser honestos desde un principio. Habla claro y no disimules el saber que esa persona quiere contigo. Así, evitarás hacerle daño a esa persona, y lo mejor, harás más simple y llevadera tu vida.
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