¿Te ha pasado que no tienes nada qué hacer y de pronto llegan visitas a tu casa y tu primera reacción es: ¡OH no, llegaron mis primitos!? Primero estás aburrido/a y de repente llegan ellos y tu actitud es de rechazo, pero empiezas a convivir con ellos y hasta te diviertes.
Puede ser que se acerca el Verano, y de la nada algún conocido te invita a que le entres a un trabajo de Verano y dices: ¡qué flojera!, pero te convence, y aunque te tienes que levantar temprano, te resulta agradable.
Cuando no tienes nada qué hacer y sin planearlo te caen sorpresitas a las que no estás acostumbrado, y hasta cierto punto les huyes pero al final resulta que obtienes un resultado positivo, entonces se convierten en experiencias placenteras y dices “y yo que ni quería”. Te propongo que experimentes las siguientes situaciones:
- Cuidar a tus o primitos (acepta las situaciones aunque no las esperes). Yo sé que no quieres que desacomoden tu habitación, pero puedes entretenerlos con una película infantil, pon video juegos o el karaoke. Es muy bonito oír sus vocecitas en el micrófono y te ayuda a recordar tu niñez. Además, cultiva tu entusiasmo y aprendes a tratarlos, porque no es lo mismo convivir con un niño que con un adulto. Por otro lado, te recordarán con alegría y cuando te vuelvan a ver, gritarán tu nombre desde que se estén bajando del auto.
- Convivir con tus tíos (Haz cosas que comúnmente no haces). Es lo mismo… pero diferente. Por lo general, llegan y si no hay nadie de tu edad, los saludas y te vas a tu habitación. Te invito a que te quedes unos minutos. Ofréceles un café o un refresco y escúchalos, algunos son muy cultos, otros muy divertidos. Sus experiencias pueden dejarte consejos para tu vida.
- Tener un empleo de Verano (Acepta propuestas u ofertas que te hagan) Cuando estás estudiando lo único que quieres es que llegue el verano para irte de vacaciones o por lo menos levantarte un poco más tarde y descansar. No digo que lo hagas todos los veranos, pero sí que lo intentes por lo menos una vez. Conocerás más personas y adquirirás nuevas habilidades. Además no es necesario que te levantes temprano, puedes escoger uno en el turno vespertino, y en algo que te guste hacer como cocinar, en un centro cultural, etc.
Experimentar otras situaciones te abre un panorama lleno de diversión y aprendizaje, y si las intentas y no te gustan, entonces confirmas que no estás hecho para ello, y esto también es bueno. A veces nada más necesitamos sacudirnos ideas como ¡qué aburrido! ¡Qué cansado! en fin.
¿Alguna vez te ha pasado algo semejante?
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